lunes, 4 de febrero de 2013

CARMEN CHOFRE, realidad interpretada


Las imágenes contribuyen a conformar la idea de realidad, así como la recreación de un contexto participa en la construcción de esa idea. La imitación fiel de la naturaleza ha sido una constante a lo largo de la historia del arte. Excluyendo a las idealizadas por razones históricas, mitológicas o religiosas, existe una práctica, de representación de la realidad, exenta de instrucciones y preceptos conocida con el nombre de realismo.


Cullera, verano 2009                                                                     Óleo / tabla, 100x70 cm.


Además de cultivar el paisaje y el bodegón, la realidad interpretada por Carmen Chofre desvela escenas íntimas -generalmente interiores- en entornos cotidianos.


Ventana                                       Óleo/tabla, 130x100 cm.


Con un manifiesto predominio del dibujo sobre la pintura, sin caer en el detallismo fotográfico inherente al hiperrealismo, emplea los temas para realizar verdaderos estudios de luz que justifican el halo misterioso y resplandeciente que envuelven los ambientes. Suelen ser estancias muy bien iluminadas, expuestas a la luz de una ventana, donde las sombras, lejos de ser fuertes contrastes de claridad y color, se presentan matizadas y moderadas.


Durmiente II                                                         Carboncillo y acuarela/papel, 140x116 cm.


Tanto los dibujos como las pinturas al óleo proyectan el resultado de una factura cuidadosa y pausada. Un modo de hacer en perfecta armonía con el sentido de intimidad y sosiego que sugiere la realidad interpretada por Carmen Chofre.

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